A diferencia de la contratación tradicional (que es reactiva) el mapa de talento permite un enfoque proactivo; es decir, no se espera a que quede vacante un puesto crítico para planificar la sucesión, ya que tiene una doble vertiente, no solo es una fotografía, si no también es un libro de ruta (tanto a nivel individual como organizacional) que se adapta muy bien a las nuevas realidades del mercado laboral.
Evaluamos a sus colaboradores según sus habilidades, competencias, capacidades, valores y motivantes para ubicarlos en una matriz en función del valor presente que ofrecen y su potencial futuro.
Esto nos ayuda a identificar carencias y potenciales, y facilita la previsión de vacantes ya que se traza una matriz con dos ejes (dificultad de reemplazar a una persona / probabilidad de salir).
Este tipo de análisis acentúa el componente proactivo del mapa de talento.